por Luiz Furtado, experto en mindfulness desde 2009
Como todo en nuestra vida, depende. Hay dos factores que mayormente llevan a desear aplicar un taller o clases de mindfulness a las personas dentro de las empresas.
El primero motivo es el aumento del burnout. Burnout es literalmente cuando la persona “quema”, un “corte eléctrico” interno. Ocurre casi siempre con el exceso de horas de trabajo, presión exterior o auto-exigencia. Siendo este último uno de los principales. Vamos a hablar de él en otro artículo.
Según estudio hecho por la consultora Deloitte en 2015, casos de burnout o síndromes similares llegan a 77% al año en el mundo en varios países y en Chile no es distinto. Estos números alarmantes llevan a CEOs y gerentes del área de personas (para no decir el viejo RRHH), a buscaren algo que reduzca esta estadística que se transforma en incremento de costos en las compañías y bajas de productividad generalizadas.
El mindfulness y la meditación pueden funcionar como un “pitstop” esencial en el día a día con algo infinitamente más potente que una pausa activa tradicional.
Estudio del Journal of Neuroscience publicado en 2012 ya mostraba la mejora significativa en testes de concentración mental en personas que entrenan meditación por cortos períodos. Un efecto que permanece y mejora el desempeño en la profesión y en cualquier otra actividad.
El segundo motivo es la retención de talentos. Está de moda cuidar de uno. Las nuevas generaciones de profesionales ya se cansaron de dedicarse 200% a las empresas y perder la calidad de vida, la salud y la propia vida con el trabajo. Las empresas están ofreciendo a ellos alternativas a la rutina de tensión y exigencia impuesta por los negocios. Tanto el mindfulness como la meditación son excelentes para estos profesionales ya que ellos mismos están buscando cada vez más estos entrenamientos por cuenta propia.
Sea por un motivo u otro los encargados de Gestión de Personas (RRHH) están siendo solicitados por sus CEOs y Headquarters Estadunidenses principalmente, a contratar programas de este tipo y aplicarlos en todas sus filiales por todo el mundo.
¿Vale la pena contratarlos?
Sí, desde que sean profesionales serios en el área. Como en todas las especialidades donde la certificación no pasa por un ambiente necesariamente académico formalizado por leyes locales, existen muchos supuestos profesionales. Estos varias veces simplemente leyeron un libro o tomaron un curso de fin de semana y se dicen expertos. Pero también hay aquellos que invirtieron mucho para se capacitarse en el tema y en metodologías didácticas para poder enseñar con eficacia y resultados comprobados.
¿Cómo entonces separar el buen profesional del malo profesional?
Una de las formas es verificar dónde la persona fue capacitada en el tema. Si vamos a un médico por ejemplo, encontramos sus certificados colgados en la pared. Cuando buscamos profesionales de otras áreas (incluyendo el mindfulness y la meditación) debemos solicitar sus certificados y comprobar su experiencia. (Ps.: ir a la India no capacita a nadie en estas metodologías, ya que allí es un enredado de culturas y filosofías que el occidental tende a mistificar, no entender nada y desvirtuar cuando vuelve).
Para enseñar meditación y mindfulness mis profesores y yo pasamos por un curso de 2 años de duración y hacemos revalidaciones anuales. Estamos bajo todo un sistema de formación que funciona desde 1960! En nuestro paradigma es el mínimo para ser competente en el área. Menos que esto, va a faltar contenido o didáctica para enseñar adultos con resultados importantes como reducir verdaderamente en el burnout y/o aumentar la retención de talentos.
Te invito a conocer más en derosemethod.cl/incompany
Luiz Furtado es experto en mindfulness y meditación desde 2009
Ya ha enseñado en São Paulo, Santiago y New York
Dicta talleres en empresas desde 2009
Tiene su propia escuela desde 2013 en Santiago de Chile donde forma excelentes profesores en el DeROSE Method.