La Meditación es una técnica milenaria muy mal interpretada en el mundo occidental moderno, en primer lugar, ya la palabra induce a error.
La palabra meditación hacer referencia a reflexionar, a ponderar, a echar a andar su Mental Concreto y Abstracto para poder tomar una decisión.
Según el diccionario de Oxford: Pensamiento o consideración de algo con atención y detenimiento para estudiarlo o comprenderlo bien.
Va a “mover” los pensamientos para ordenarlos para comprender bien un asunto. ¿Cuál es el problema con eso? ¡QUE MEDITAR ES LO CONTRARIO! Meditar es parar de usar la mente, concreta o abstracta, de esa manera podemos ser más conscientes del Plano Intuicional.
Tenemos que clarificar el término Plano y lo haremos rápidamente.
Los planos son los “lugares” o dimensiones donde actúan los cuerpos, es decir, para el cuerpo físico existe un plano físico en el cual actúa. Si quieres mover un objeto físico tienes que hacerlo con tu cuerpo físico, utilizando tu energía y tu materia física.
En el caso de las emociones es lo mismo, muchas veces ocurre que, en las parejas, la mujer está comunicándose desde el cuerpo emocional y el hombre desde el cuerpo mental. Eso genera muchos conflictos ya que no hay entendimiento.
¿Por qué? Porque son cuerpos distintos que actúan y tienen funciones distintas.
Si quieres sentirte de cierta manera tienes que utilizar tu cuerpo emocional y actuar en el plano emocional, si quieres modificar tu estado emocional tienes que actuar en el plano emocional desde tus emociones.
El cuerpo mental puede servir para crear un plan de acción para utilizar el cuerpo emocional y cambiar las emociones, pero no es útil racionalizar las emociones.
Habiendo dicho eso, es importante saber que existe la inteligencia emocional, en la que utilizamos nuestra mente para interpretar las emociones y definirlas con un nombre y a eso lo denominamos sentimiento.
La inteligencia emocional es muy útil para entender ciertos estados emocionales y planificar ciertas acciones para modificar las emociones si es eso lo que queremos. Además, ciertos pensamientos nos generan emociones como el recuerdo de un viaje o pensar en la persona amada. Esto es lo que se llama el cruce de cuerpos del cual hablaremos.
Volvemos a la intuición, el plano intuicional y la meditación como herramienta para llegar a ella.
En el plano intuicional se abren todas las posibilidades y se condensan en nosotros las posibilidades que encuentran un terreno fértil en nosotros.
Es el plano que se conecta con tu esencia, tu verdadero ser que esta incluso más allá del cuerpo intuicional, es un canal de comunicación, cuando sabes algo y no sabes porque lo sabes, pero sabes.
Para los más religiosos, lo que está más allá del plano intuicional, sería el alma, para los no religiosos es la conciencia, esa parte de nosotros que es un observador imparcial de los distintos planos de la realidad.
¿Te acuerdas del científico que estudió todos los libros y conversó con todos los expertos? Eso es preparar el terreno. La información que ese científico (que puede ser un artista o empresario, da igual) estaba buscando, encontró un lugar perfecto en la mente de él, un lugar perfecto donde “habitar” como un animal que encuentra una guarida que le agrada, con la temperatura perfecta, las condiciones adecuadas y los recursos que necesita para desarrollarse. ¡LOS PENSAMIENTOS SON COMO ANIMALES EN EL BOSQUE!
Entonces, con la meditación entramos en un estado de conexión con ese campo intuicional donde se encuentran todas las posibilidades, es un estado expandido de consciencia, porque podemos ver el “bosque con todos sus animales”
Para aprender a meditar eficientemente te invito a que te sumes a las clases regulares que doy en mi escuela, en ellas no solamente enseño a meditar, también enseño técnicas de reprogramación emocional, técnicas de respiración, técnicas corporales y mucho más.
Volvamos a la meditación, la meditación es una técnica, pero también es un estado de consciencia. Y así como puedes estar un poco concentrado o muy concentrado, puedes estar en un estado meditativo superficial o profundo.
¿Por qué es tan mal entendida la meditación en occidente?
Ya vimos la definición de la palabra meditación, y tenía relación con pensar, reflexionar, ponderar etc…
Resulta que el estado de meditación se obtiene cuando paramos de pensar, no cuando pensamos. Esto permite que el cuerpo intuicional pueda manifestarse sin las interrupciones de la mente.
Este fenómeno ocurre en todos los cuerpos ya que lo más denso nubla a lo más sutil.
Este principio es muy importante y lo explicaré con ejemplos.
Si te golpeas en una mano, tu consciencia, que es ese observador imparcial del cual ya hablamos, va a “observar” tu mano. Es decir, tu conciencia quedará envuelta en las sensaciones físicas que emanan de tu mano ya, según la intensidad del golpe, no podrás prestar atención a nada más.
Imagina que justo antes de recibir ese golpe estabas leyendo un libro, es decir, estabas utilizando tu cuerpo mental para entender y procesar lo que está en el libro.
Si el dolor del golpe es intenso, no será posible para ti concentrarte en lo que dice el libro, ya que toda tu atención estará en el dolor de la mano. Porque el cuerpo físico es mas denso que el cuerpo mental y lo mas denso nubla a lo más sutil.
Lo mismo ocurre cuando se esta enamorado, triste o con cualquier emoción fuerte, es difícil pensar y ordenar las ideas del plano mental, porque el cuerpo emocional es más denso que el cuerpo mental.
Si los ordenamos de lo mas sutil a lo más denso sería de la siguiente manera:
- Consciencia pura (esta no es un cuerpo, esta es la parte escencialde nosotros que se va a “posar” en los distintos cuerpos, en mayor o menor medida, en relación a cuanta atención ese cuerpo esté solicitando)
- Cuerpo intuicional
- Cuerpo mental abstracto
- Cuerpo mental concreto
- Cuerpo emocional
- Cuerpo físico energético
- Cuerpo físico denso
Son 7 planos o dimensiones
¿Y que tiene que ver esto con la meditación?
Para meditar es muy importante que ninguno de los cuerpos inferiores interrumpa o nublen al cuerpo intuicional, que es donde se produce la meditación.
El cuerpo físico denso tiene que estar cómodo y estable.
El cuerpo físico energético tiene que estar con una vitalidad superior, es imposible meditar con sueño o cansancio.
El cuerpo emocional tiene que estar en paz, no podemos meditar con rabia envidia o resentimiento ya que son sentimientos bajos que no nos permiten concentrarnos.
Aunque sean sentimientos muy buenos nos puede jugar en contra. Recuerda que el cuerpo emocional es el cuerpo del deseo por lo tanto aunque sean emociones agradables, si nos empujan a desear algo, esto es llevarlo a la acción, vamos a sentir un grado de inquietud, lo que no nos permitirá tener una mente estable para meditar.
Es por eso que el deseo uno de los conceptos a evitar en el camino de la iluminación, porque es el cuerpo emocional el que nubla la contemplación de nuestra propia conciencia pura. Así como el ego y otros que desarrollaremos más adelante.
Luego, el cuerpo mental concreto tiene que estar quieto, esto es, sin imágenes mentales. Todos tenemos una “pantalla mental” donde proyectamos imágenes que son reflejo del mundo concreto, sea real o imaginario.
Es imposible meditar si estas imágenes están presentes constantemente en nuestra mente, tenemos que dejar nuestra mente sin imágenes que nos interrumpan.
Es importante en este punto hablar un poco de la técnica, ya que en nuestra filosofía existe el primer grado de meditación (primero de tres grados) en el que se utiliza una imagen mental para poder entrenar la técnica de meditación y entrar en el estado de meditación.
Esa imagen que se utiliza puede ser un símbolo, o un objeto, lo importante es que nos concentremos solo en ese objeto, sin dejar que otras imágenes se entrometan, de esa manera la mente, que se alimenta de dispersión, se satura y para. Es como si la mente renunciase y se aburriera de que no le estamos entregando lo que quiere. Como un niño que se cansa de molestar a los adultos y se queda quieto.
En este caso descrito, la imagen mental funciona como herramienta para parar la mente.
En el caso del cuerpo mental abstracto ocurre algo parecido, y en ese caso se utiliza en nuestro linaje el segundo grado de meditación que es la concentración en un sonido. Los sonidos son abstractos, no tienen imágenes o contraparte concreta en el mundo.
El segundo grado de meditación funciona con la misma lógica que el primero, solo que en un plano más sutil.
Existe un tercer grado de meditación que solo puede ser enseñado por medio de iniciación, esto es la transmisión directa del maestro al discípulo.
El profesor tiene que evaluar si el alumno esta preparado para recibir ese conocimiento y la presencia física asegura poder enseñarlo correctamente, asegurándose de que fue comprendido, cosa que un libro no puede hacer.
En un mundo donde la información no vale nada ya que “todo” esta disponible en nuestros teléfonos, la institución de la iniciación es bastante mal entendida e incluso genera emociones bajas en ciertas personas, lo que es una señal clara de que no están listos para recibir ese conocimiento.
Una vez aquietado el cuerpo mental abstracto, la consciencia viaja o se posa con más atención en el cuerpo intuicional.
Y en este momento se genera lo que se llama intuición lineal.
Es lineal porque se mantiene en el tiempo. Un línea es una serie de puntos juntos.
Cuando tenemos una intuición sobre algo podemos entenderla como un punto, un instante en que nuestros cuerpos mas densos se aquietaron lo suficiente para que la consciencia captara el cuerpo intuicional.
Con el entrenamiento de meditación, y otras técnicas de las que hablaremos, podemos hacer que ese instante se transforme en un momento, que una fracción de segundo se transforme en un segundo en ese cuerpo intuicional.
De ahí a que sea una intuición lineal, ay que se mantiene en el tiempo.
El término sánscrito que designa la meditación es dhyána, el cual no puede traducirse como meditación ya que, como vimos, meditar es pensar, y lo que queremos lograr es exactamente lo contrario.
Por lo tanto, una traducción más correcta del término sería intuición lineal, para designar el estado de meditación, o contemplación, para designar la técnica de meditación.
Por: Juan Celedón