Un gesto de cariño,
un gesto de pacificación,
un gesto de tolerancia.
Un gesto de sentido,
un gesto profundo,
un gesto de bendición.
Manos que acarician,
manos que realizan,
manos que aseguran las manos
de los compañeros,
como diciendo a cada uno:
«cuenta con mi amistad,
soy tu amigo».
Sea cual fuere, el gesto del yôga
transmite fuerza y amor,
que brotan de lo más profundo de tu alma
e irrumpe por las propias manos…
¡Eso es mudrá!
Profesor DeRose, «Mensagens»: Mudrá