Es habitual caer en la afirmación errónea de que una vida sin problemas es seguramente una vida feliz.
Sin embargo, estoy convencido de que lo que nos produce felicidad no es la ausencia de inconvenientes, sino lograr superarlos. Luchar contra las dificultades y resolverlas genera, además del aprendizaje por la propia experiencia, un gran aumento de la autoestima. Ponernos bajo la presión que conlleva la situación que enfrentamos y conseguir vencer el desafío, se siente como una oleada de aire fresco y proporciona una fuerza interior que será muy útil para actuar, la próxima vez, con mayor seguridad y autoconfianza.
Estos logros van dándonos una creciente sensación de poder, cambiando la relación entre nuestro potencial y lo que debemos realizar. A mayor seguridad, percibimos que el desafío deja de tener una dimensión que intimida y paraliza, y se transforma en algo posible y que vale la pena intentar.
En ese momento, es bueno tener presentes las realizaciones positivas y, al recordarlas, generar un círculo virtuoso de estimulación que se potenciará y nos dará el optimismo y la voluntad imprescindibles para avanzar hacia la conquista de la meta o la resolución del inconveniente.
Nos ayudará mucho utilizar técnicas de visualización, observando detalladamente cada movimiento y acción que llevará al resultado previamente definido. Las imágenes mentales serán precursoras en el proceso de generación y crearán un condicionamiento que favorecerá su realización con menos errores y producirá un incremento de las capacidades físicas y mentales, como también una mejor administración de las emociones.
Recuerde que la visualización debe contener imágenes claras y precisas de lo que se desea obtener. Una vez definida la imagen, nos concentraremos en ella varias veces al día hasta conquistar el resultado que deseamos. Si realmente quiere lograrlo, insista con fervor.
Otro consejo: dividir el objetivo mayor en pequeñas acciones que sean factibles de realizar. De esta forma, será como subir una escalera, y con cada escalón conquistado sentiremos más entusiasmo para llegar al siguiente. La autovaloración será una energía fundamental para obtener resultados.
Empiece ya, y libere ese potencial que, en la mayoría de los casos, es mucho mayor que el que se cree poseer. Ante cada meta alcanzada o inconveniente superado, estará avanzando hacia el autoconocimiento, la realización personal y, en consecuencia, la obtención de mayor felicidad.
Texto por Edgardo Caramella