¡La magia del movimiento
que embelesa el espíritu
en una apelación a la belleza,
creando obras de arte corporal,
generando esculturas vivientes,
brotando unas de las otras,
enlazadas por un sutil hilo de continuidad
y armonía indescriptible!
Así como el escultor,
desbastando el bloque de piedra fría
hace surgir la obra maestra que en su interior yacía,
del mismo modo el yôgin se transfigura
y deja aflorar obra y artista
en la ejecución coreográfica
de esa danza milenaria.
¡Eso es ásana!
Profesor DeRose, «Mensagens»: Ásana