Escuchar a nuestro corazón e intuición.

Querido lector, hay una historia que tuvo como protagonista a Ludwig Wittgenstein, un importante filósofo cuya obra influyó entre otros a Bertrand Russell.

Parecería ser que para convencer a su editor de que publicara uno de sus libros, el Tractatus lógico-philosophicus, le envió una carta acompañando la obra en donde le decía: “mi trabajo consta de dos partes, la que aquí aparece y todo aquello que no he escrito”. Y enfatizaba agregando “seguramente es esa parte que no está escrita, la más importante”.

Me tomo la libertad de utilizar las mismas palabras de Ludwig para relacionarlas a este artículo, dado que hay algo que llama la atención en la diversidad de opiniones sobre lo que es meditación. Las diferencias surgen de la perspectiva de cada autor, que depende de la metodología utilizada, las filosofías que la fundamentan y la experiencia individual que nos deja la práctica. Como habitualmente ocurre, lo que no está escrito, la experiencia vivencial es lo más importante.

Las diferencias entre metodologías que utilizan meditación son muchas. Imaginemos el aroma y el sabor que puede tener una torta en comparación a otra con el mismo nombre y supuestamente igual. A pesar de usar los mismos ingredientes, cada chef utiliza formas diferentes de preparación, otra calidad de materia prima, cantidades, tiempos y temperatura de cocción, en consecuencia, el resultado que obtendrán será diferente.

En la meditación, puede haber técnicas y ejercicios similares entre un sistema y otro, sin embargo, las líneas filosóficas y comportamentales que fundamentan las técnicas seguidas por el practicante o docente, serán determinantes para el resultado a obtener y la explicación del proceso.

La meditación es una técnica sumamente antigua, que data de miles de años y continúa existiendo incluso con renovado interés. Esto es lógico porque existen buenas razones para hacerlo, muchas de ellas comentadas en antiguos textos de filosofía y que en la actualidad son confirmadas por numerosas experiencias científicas.

En mi caso particular me identifico en forma personal y profesional con la forma más antigua, preclásica, no mística y técnica preservada como un tesoro en la estructura del DeROSE Method.

Al cabo de más de tres décadas de estudio y enseñanza puedo asegurar que practicar meditación es una de las mejores decisiones que podrán tomar en sus vidas. Les permitirá salir de las conductas repetitivas, modificar los condicionamientos y fortalecer la capacidad de elegir, tomando decisiones en base a lo que dice nuestro corazón e intuición.

Hasta la próxima.

~Texto por Edgardo Caramella