Los perros y el flow

Conversé con un amigo sobre los perros, sobre cómo hay personas para quienes sus perros son algo fundamental en sus vidas, mientras que otras, aunque tengan la misma mascota, apenas les prestan atención. Mi amigo pertenece a este segundo grupo. Según él, los perros no merecen demasiado apego emocional porque, en sus palabras, «no te desafían».

Eso me hizo reflexionar: la vida no tiene por qué ser siempre un desafío. No todo tiene que costar y ser difícil. El amor de un perro es literalmente una de las satisfacciones emocionales más fáciles de obtener. Un perro no te pide nada más que tu presencia. Si le das comida y agua, te amará aún más. Pero para mi amigo, eso no era suficiente. Según él, debía costar; debía ser un desafío.

Y aquí está el secreto del universo: TODO lo que queremos es más fácil de obtener de lo que pensamos. Somos nosotros quienes nos resistimos, creyendo que si algo no nos cuesta, no somos merecedores de lo bueno que el mundo nos ofrece.

Basta con ser un poco más agradecidos y tomar conciencia de que lo bueno no necesariamente tiene que ser difícil. Muchas veces, las cosas más valiosas son extraordinariamente simples; lo único que necesitamos es disfrutarlas y sentirnos dignos de recibirlas.

Ahora, esto no significa que haya algo malo en trabajar intensamente por lo que deseamos. Pero creer que debe ser difícil o costoso es solo un paradigma mental. Y ese paradigma puede cambiarse. Para disfrutar más la vida y sentir que todo fluye, hay técnicas y conceptos provenientes de las filosofías más antiguas de la humanidad que puedes aplicar ahora mismo.

Escrito por Juan Celedón