El pasado jueves en el mastermind de vida que realizamos cada semana en la escuela, nos juntamos a reflexionar acerca del cierre de año, enfocándonos en las conquistas, pues cuando llega fin de año, solemos pensar en «por fin!, nuevo año, este si que será mi año, y dejo atrás todo lo malo de este» ….
Ese hilo de pensamiento es re curioso, pues la temporalidad del cambio de año no es más que un constructo, que nos posibilita situarnos y darle un orden a la vida a nivel mental. Y con esto no quiero decir que no sea útil, sino que es importante saber que es un constructo que si lo llevamos con consciencia y entendiendo que lo único que tenemos es el momento presente, nuestra experiencia se enriquece y podemos tomar mejores decisiones que impactarán en el futuro próximo y distante.
Donde llevamos el foco, es lo que replicaremos en nuestras vivencias, pues nos seteamos a nivel emocional, mental y físicamente.
Una de las reflexiones fue que es importante pasar a la acción, y es uno de mis grandes aprendizajes (en tanto la praxis), pues tiendo a ser una persona que reflexiona y analiza mucho; y que claramente muchas ocasiones eso se desencadena por un tema emocional, un evitar lo incómodo, el conflicto, el malestar, y por tanto controlar las variables lo más que pueda (modo ansiedad mode on)… y a medida que fui incorporando esa incomodidad, fue más habitable y confortable incluso. Se expandió el campo perceptivo y el control y sobre-pensamiento disminuyó, permitiéndome disfrutar más, y ser más auténtica.
Muchas veces queremos evitar eso incómodo, y vaya como avanzamos si lo incorporamos como algo natural en la vida.
Con muchos de mis alumnxs vi reflejado este mismo punto; y lo conversamos y trabajamos mucho a lo largo del año. A medida que más lo reconocía en mi, los pude acompañar mejor en su propio desarrollo.
La solución no está en eliminar, y hacer desaparecer aquello que nos disgusta, que no nos es cómodo, que no nos gusta. Mientras más lo queremos evitar, mientras más lo reprimimos, mientras más lo tratamos de quitar o cubrir, más se hace presente.
El punto está en incorporarlo, integrarlo y desde ahí ampliar el foco, y dirigir conscientemente nuestras acciones.
Texto por Macarena Salas