🎈 El otro día en el colectivo vi una mujer que llevaba un vestido que ante mis ojos claramente reflejaba un torrente sanguíneo. Tenía circulitos rojos, no tan perfectos, más tirando a esferas bicóncavas, con unos puntos pálidos dentro (para mí, glóbulos rojos) y también unos lunarcitos más pequeños que podrían ser plaquetas […]. Eso me llevó a pensar que tal vez la mujer era bióloga, que trabajaba en un centro de investigación, y que seguro ella sabía qué tipo de vestido llevaba pero era probable que el resto de la gente no lo supiese. Me encontré jugando con esa pequeña historia en mi mente y de ahí empecé a inventar oficios y profesiones a las demás personas del bondi.
👁️ Así como a veces nos dedicamos a observar nuestro entorno y a las demás personas y/o situaciones, puede ser interesante hacerlo con nosotrxs mismxs. Esto nos lleva a considerar nuestras acciones, pensamientos y emociones, para reforzar aquellas cosas que sí, replantearnos las que no, obrar en forma más parecida a la que nos gusta o gustaría, y hacer cada tanto una especie de escaneo interno. Este tipo de entrenamiento nos permite maniobrar con más flexibilidad frente a algunos acontecimientos.
✏️ Puede que frente a una situación se nos gatillen emociones más revoltosas, que hagan que nuestro accionar no sea del todo como nos gustaría, sino que nos veamos “titereteadxs” por esas emociones. Al reconocer esos momentos, podemos optar por sublimar la emoción y, de esa forma, obtener un desenlace diferente, evitando así una posible catástrofe ya sea con una tercera persona, violentando nuestros vínculos, o con nosotrxs mismxs, adquiriendo tensiones musculares, dolores o malestares físicos. Podemos usar la energía de esa emoción para actuar sobre cualquier cosa que nos parezca constructiva: trabajar, estudiar, hacer alguna actividad física, volcarla en algún proyecto artístico como pintar, componer, escribir, etc.
🔍 Esta sublimación de la emoción no implica todavía actuar sobre la causa, sino evitar que se desarrolle un problema a raíz de esa emoción descontrolada. Una vez que esa energía se ha encauzado hacia otra cosa, podemos entonces encarar el origen de esta primera emoción de forma más despejada sin estar bajo la influencia de algo que nos haga actuar en forma precipitada.
⚡ Estar bien descansadxs y con un extra de energía nos permite lidiar con esas posibles situaciones. Probablemente hayas notado que cuando dormimos poco estamos más irritables y con un margen emocional más reducido.
Texto por Julieta Wertheimer